El Qi Gong tiene una antigüedad de más de 4.000 años. Para explicarlo de una manera fácil, podríamos decir que son unos ejercicios, basados en la teoría de la Medicina Tradicional China, que nos ayudan a mantener y potenciar nuestra salud, regulando, equilibrando y potenciando el flujo energético de nuestro cuerpo.

Hay diversos sistemas de Qi Gong, más antiguos o más recientes, todos pensados para equilibrar los Tres Tesoros: cuerpo, energía y mente (Jing, Qi y Shen) y las dos fuerzas energéticas presentes en todo como son el Yin y el Yang.

Los ejercicios son fáciles, cualquier persona de cualquier edad los puede realizar. Lo único que hay que contemplar son los tres principios de la práctica: la postura, el enraizamiento y la respiración, que es abdominal. Si mantenemos estos principios básicos durante la práctica del ejercicio ya estaremos haciendo un buen trabajo.

Evidentemente, hay diferentes grados de profundidad en la práctica:

Primero nos centramos en  el cuerpo: aprender a hacer el ejercicio.
Después no centramos en la mente: aprendiendo a concentrarnos y centrarnos.
Por último, aprendemos a sentir el Qi, dirigirlo y hacerlo fluir libremente.

Con todo ello se obtiene una sensación de conexión interna y externa, se reconoce armonía en el movimiento y la sensación de presencia.

¿Parece complicado?… Pues no lo es!

Ven conmigo a practicarlo y siente en tu ser todos los beneficios de este arte milenario.